Por: Nicolás Montoya Rojas

Director General | SaBio

”Esencialmente, toda la vida depende del suelo”. -Charles E. Kellogg, científico del suelo del USDA. 

Las Naciones Unidas informan que, con las prácticas actuales, nos quedan menos de 60 años de tierra cultivable. Cuando el suelo no funciona en toda su capacidad, la productividad sostenible, la calidad del medio ambiente y los beneficios netos de los agricultores están en peligro a corto, mediano y largo plazo. 

Una definición moderna y consensuada de la salud del suelo es “la capacidad continuada del suelo para funcionar como un ecosistema vital que sustenta a las plantas, los animales y los seres humanos” (Natural Resources Conservation Service – USDA-NRCS, 20122; Soil Renaissance, 2014). Es decir, cuando hablamos de la salud del suelo, nos referimos principalmente a los procesos interactivos que intervienen en este funcionamiento (bioticos y abioticos, ósea vivos y ambientales o del contexto) y a cómo la gestión humana influye en estos procesos. Es por esto que podemos definir un suelo sano como aquel que permite a las plantas crecer hasta su máxima productividad sin enfermedades ni plagas y con mínimos o ningún insumo proveniente fuera de la producción.

Un suelo sano es equivalente a una planta sana. Mantener la salud del suelo tiene claros beneficios económicos entre los que se encuentran:  

• Reducción de los costes de los insumos al disminuir las pérdidas y mejorar la eficiencia en el uso de las aplicaciones de fertilizantes, pesticidas, herbicidas y riego.

• Mejor crecimiento, calidad y rendimiento de las plantas. 

• Reducción del riesgo de pérdida de rendimiento durante los periodos de estrés sea ambiental o biológico (por ejemplo, lluvias intensas, sequías, brotes de plagas o enfermedades).

Conoce tu suelo

Un conocimiento más completo del estado de salud del suelo orienta a mejores decisiones de gestión. 

Para esto debes contar con los saberes y herramientas correctas que permitan integrar datos biológicos, químicos y físicos dentro de marco de planificación de la gestión y regeneración de la salud del suelo.

Existen algunos pasos generales que se deben tener en cuenta para el proceso de planificación de la gestión de la salud del suelo dentro de los que están: 

• Determinar los antecedentes de la explotación y el historial de gestión (recopilar información de antecedentes).

• Fijar objetivos y realizar muestreos para la salud del suelo.

• Para cada unidad de gestión: identificar y explicar las limitaciones, priorizar. 

• Identificar las opciones de gestión viables. 

• Crear un plan de gestión de la salud del suelo a corto y largo plazo.

• Aplicar, supervisar y adaptar.

¿Por dónde comenzar? Diagnóstico de Salud del Suelo de SaBio 

Un suelo biológicamente sano alberga una multitud de organismos diferentes. Una red edáfica de microorganismos como bacterias, hongos, amebas, flagelados, nematodos y un sin fin de otros artrópodos. 

Es aquí donde podemos apoyarte con nuestro laboratorio donde tenemos la capacidad de medir la red trófica de microorganismos del suelo y luego a través de nuestro programa de Salud del Suelo obtienes los conocimientos y herramientas necesarios para identificar las limitaciones específicas del campo, a través de mediciones estándar, y luego mantener y monitorear la unidad de medición para lograr la regeneración de salud del suelo con precisión. 

”Esencialmente, toda la vida depende del suelo”. -Charles E. Kellogg, científico del suelo del USDA.  

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